25 de Mar de 2021
La restauración y puesta en valor de un BIC en esta ciudad, desde hace más de 97 años, ha sido ejecutada, impulsada y destacada por la SOCIEDAD DE MEJORAS PÚBLICAS DE CARTAGENA, ya que la preservación del patrimonio material e inmaterial es una de nuestras tradicionales líneas misionales.
El Ministerio de Cultura ha adoptado la práctica de otorgar los llamados PEMP para Grupos Arquitectónicos, especiales e individuales, a determinados proyectos, y damos por sentado que los propietarios y promotores de los mismos, vienen cumpliendo lo aprobado.
Sin embargo, al observar algunos proyectos ya terminados y otros que están en curso, notamos que varios de esos PEMP individuales aprobados por el Ministerio de Cultura no respetan los lineamientos que las normas locales establecen para este tipo de intervenciones, cuando debería existir una articulación y concordancia entre ellas, especialmente cuando se trata de inmuebles que gozan de la declaración de BIC del orden nacional.
Desde nuestro punto de vista, algunos de esos proyectos tienen sobreelevaciones que afectan el perfil de las fachadas, alteran el paisaje urbano histórico cultural, su sustancia histórica, no cumplen con lo señalado en el POT de Cartagena, y tampoco preservan los principios fijados por la UNESCO.
Lo anterior resulta inconveniente para la ciudad, y advertimos que podrían generar un detrimento patrimonial y consecuentes controversias irresolubles con dicha entidad internacional, teniendo en cuenta, además, que están ubicados en su gran mayoría en el centro histórico, muy cerca de sitios y edificaciones icónicas para Cartagena.
Hacemos un llamado al Ministerio de Cultura para que, de la mano de la Alcaldía Mayor de Cartagena de Indias, D.T. y C., a través del Instituto de Cultura y Patrimonio de Cartagena - IPCC, hagan una revisión concertada de dicha normatividad y, juntos, en el ámbito nacional y local, lleguen a acuerdos para preservar los principios que rigen las intervenciones en el patrimonio material de nuestra ciudad, de manera que no sigan generándose diferencias técnicas que afectan el desarrollo y beneplácito que este tipo de proyectos debían producir para cartageneros y colombianos en general.
Cartagena es la “joya de la corona”, precisamente por la majestuosidad patrimonial y arquitectónica de su centro histórico y, todos, sin excepción, debemos unir esfuerzos y voluntades para procurar que así se conserve.
Cartagena de Indias, D.T. y C., marzo de 2021