09 de May de 2019
La ciudad Heroica es más allá de lo evidente o las fotos de postales, vale la pena admirar en todo su esplendor su inmenso y exquisito patrimonio natural y su biodiversidad: los manglares, las mariamulatas que decoran el cielo sobrevolando las playas, las especies de arrecifes que viven bajo el mar, las tortugas carey que se encuentran en peligro de extinción, las guacamayas que habitan en nuestro bosque seco tropical, las garzas y pelícanos que embellecen nuestro paso por la Avenida Santander, entre muchas otras especies que hacen de Cartagena, una ciudad sinigual.
El conjunto de particularidades que tiene Cartagena, su paisaje natural, su gente, sus calles y toda esa magia que envuelve su arquitectura, tiene un hilo conductor que lo fortalece y sólo con él puede mantener en el tiempo su belleza: el sentido de pertenencia. Más allá de hablar bonito de Cartagena, o demostrar amor en una foto con un hashtag, es la actitud responsable y consciente de su gente la que hace la diferencia.
El compromiso de los cartageneros, con su gente y sus generaciones, es mantener en el tiempo el sentido de pertenencia por la ciudad, y que los más jóvenes puedan admirarla, valorar su biodiversidad y paisaje natural, aprender y reconocer sus raíces, sintiéndose orgullosos de ella, para que el paso del tiempo no la deteriore sino que la añeje, como el vino, que mejora con los años.
Heredarle una Cartagena linda, limpia, acogedora, rica en especies y recursos naturales a las próximas generaciones es un compromiso de amor de todos, y una tarea que empieza desde ya y desde cada uno, no porque sea una cosecha larga, sino porque la preservación debe ser constante, una actitud de pertenencia que sobrepase la obligación y nazca de la convicción.
¿Cómo lograrlo?
Aquí te regalamos algunos tips para reconocer y cuidar ese hermoso patrimonio natural que hace a nuestra ciudad única:
No hay quien se resista a mirar y admirar las fotos antiguas de Cartagena, incluso de la historia reciente de los 90’s, y escuchar las historias que cuentan sobre los cambios, los lugares que ya no existen, las cosas que mejoraron, las que desaparecieron y las que llegaron.
¡Qué bueno sería adelantarse al futuro, construyendo colectivamente la Cartagena que le vamos a heredar a la siguiente generación. Todos somos parte de la historia!