27 de Ago de 2019
El ingeniero cartagenero Antonio Pretelt Emiliani ha llevado la bandera cuadrilonga en su corazón, a lo largo de toda su vida. Su sentido de pertenencia por la ciudad ha sido demostrado en su gestión a través de los años, porque su vocación de servicio lo ha llevado a liderar esfuerzos cívicos a favor de la ciudad.
Se define como un “ciudadano muy cartagenero” y se siente orgulloso de La Heroica y que esta sea la ciudad consentida de Colombia. Es un gran conocedor de su historia, admirador de su patrimonio y sobre todo, un ciudadano que siente sus problemas y que ha vivido al servicio de su transformación.
Pretelt Emiliani fue Alcalde Mayor de Cartagena entre 1982 y 1984, período que coincidió con la celebración de los 450 años de la fundación de la ciudad. Por ello fue quien presidió los actos conmemorativos, de los que conserva con alegría, gratos recuerdos.
Cuenta que para ese magno evento asistió el joven príncipe Felipe de Asturias, varios presidentes, flotas navales de Suramérica, almirantes y embajadores, entre otros ilustres visitantes nacionales e internacionales como Gabriel García Márquez. Se superaron las expectativas de lo planeado por la acogida de los cartageneros en esa fecha tan especial.
Uno de los logros más importantes de su administración, y que aún permanece, fue un despertar cívico y patriótico por la ciudad, manifestado en el aprendizaje del himno de Cartagena y el reconocimiento de la bandera cuadrilonga. Ambos existían desde mucho antes, pero gracias a los esfuerzos educativos de su gestión por impulsarlos e incluirlos en los eventos más importantes de la ciudad, se logró que esa y las siguientes generaciones los tengan presentes como nuestros símbolos más preciados.
Desde sus ojos
Afirma que se emociona al ver el Castillo de San Felipe, las murallas, las playas y disfruta caminar por el Centro Histórico junto a los turistas que admiran la belleza de Cartagena. Ama vivir en su ciudad natal.
Para “Toño”, como lo llaman sus familiares y amigos, Cartagena tiene tres grandes motores: el puerto, el turismo y la industria petroquímica, y confía en que los nuevos tiempos y administraciones pueden explotar el gran potencial de la ciudad. Él analiza el futuro con perspectiva y pertenencia, enfocado en los retos que superará la ciudad, y no en sus debilidades.
Ser cartagenero
“Ser cartagenero es vivir y querer este patrimonio que nos dejaron nuestros antepasados”, asegura Antonio, quien es un admirador y conocedor de la historia de la ciudad.
Agrega que por la cercanía que hay en nuestra cultura, la calidez de nuestro trato nos convierte en familia. Para la muestra cita la gran acogida que se siente entre vecinos, incluso, con el llamado “personal de servicio”, que en nuestra ciudad hace parte de las familias.
Considera que el sentido de pertenencia es una asignatura pendiente que debe fomentarse permanentemente desde las instituciones educativas y desde todas las instancias, para mantenerla entre generaciones y arraigarla en nuestra cultura. Su apuesta como ciudadano, desde cada uno de los roles que ha asumido, es a la educación y al civismo.
“Yo soy muy optimista, en 10 años veo a Cartagena mejorada”, afirma Antonio, quien confía que en la próxima década, la ciudad habrá dado un giro muy positivo.
Un servidor incansable
Actualmente, Antonio Pretelt Emiliani es el Presidente del Centro de Pensamiento de Cartagena y Bolívar, una institución ajena a la política, conformada por 15 personas entre exalcaldes, rectores de universidades, líderes y personas destacadas por su espíritu cívico. Este cargo honorífico lo ha asumido con decoro, en armonía con los gremios y proyecta que Cartagena sea una ciudad sostenible para el año 2033, en el que celebrará 500 años de su fundación.
Un socio comprometido
Motivado por su amor a la ciudad y disposición de servir, se vinculó hace más de 11 años a la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena; un sentimiento genuino y heredado, ya que algunos de sus antepasados formaron parte de ella desde sus inicios.
Este socio lleva la bandera del civismo y el servicio desde cada uno de sus cargos o roles que ha tenido en su trayectoria profesional. Confiesa que su amor y preocupación por la ciudad lo llevaron a vincularse a la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena – SMPC, para ponerse al servicio de la ciudad a través de ella.
“La SMPC es una institución que ha estado en el alma de Cartagena por muchos años, por eso me siento orgulloso de pertenecer a ella y me gusta ayudarla y apoyarla”.
Se siente orgulloso de la gestión realizada por la institución con los monumentos nacionales a lo largo de los años; desea que se retomen actividades cívicas y culturales en Cartagena y confía que en esta nueva etapa de la Sociedad, con Roxana Segovia en su dirección, la institución tendrá la bandera de la educación izada y podrá generar procesos que verdaderamente impacten en la sociedad y sus futuras generaciones.