22 de Ene de 2018
Esta fascinante historia fue publicada en el periódico El Universal, en su sección de Facetas el 21 de enero.
Así lo que nuestros documentos históricos. Carlos Crismatt Esquivia, uno de los personajes homenajeados en la exposición "Los 25+" de Ruby Rumié, abierta en el Museo de Arte Moderno en el marco del Festival Internacional de Música, hace parte de los más profundos afectos de la Sociedad de Mejoras Publicas de Cartagena - SMPC, por haber sido el miembro de la institución que además de liderar el proceso de recuperación de las ruinas del Castillo San Felipe de Barajas durante 38 años, se destacó por su tesón, esfuerzo, dedicación y alto sentido cívico y patriótico por Cartagena.
Todo comenzó en el año 1928 cuando la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena, tomó la decisión de restaurar este espacio que estaba en un cierto deterioro, plagado de belleza y convertido en un basurero. Los documentos de la institución consignan que los habitantes del siglo XX vieron cómo se destruían las piedras del castillo, cómo las malezas y los árboles ocuparon su cima, cómo la joya de la corona española se convirtió en un basurero y cómo la propiedad de los terrenos pasó a manos de un particular: el señor Antonio Gulfo, el que adquirió por la compra al señor Manuel Núñez Ripoll ".
A través de la ley 32 de 1924, el Gobierno Nacional delegó en la Sociedad de Mejoras Públicas la custodia, administración, restauración del castillo San Felipe de Barajas el cual se había convertido en la cueva de donde se extraía piedra y arcilla para la construcción de nuevas edificaciones, hasta que el señor Gulfo, una raíz de las denuncias hechas por el periódico El Porvenir, al decir que seguían extrayendo piedra y el castillo correría el peligro de desaparecer, decidió el 10 de diciembre de 1887, hacer donación a la República de Colombia de los terrenos donde se erigía el castillo, entonces llamado "Cerro San Felipe"
Cuando se inició la restauración, Carlos Crismatt Esquivia, se tomó muy en serio su papel como líder del proceso de recuperación, el Presidente de la SMPC José María de la Espriella, y tras una labor de título técnico, regresó al monumento de su majestuosa belleza e imponencia, lo cual lo ganó merecedor en 1968 de un Diploma de Honor de la Asociación "Amigos de los Castillos de España", de la "Medalla Cívica de Cartagena" que le entregó las manos del alcalde Gustavo Lemaitre Román, entre otras distinciones .
"Como un milagro" calificaron algunas personas y medios de la época esta restauración en la que durante casi 4 años trabajó en cada uno de los baluartes, tendales, taludes, túneles y demás partes de la estructura militar, estrictamente ceñido a los planos originales que Le were Enviados from Spain, párrafo entendre Los Daños Que habia Sufrido la Obra, las restauraciones Que debian realizarse y el tipo de material de un USAR, Entre Otras variables de Que Tuvo Que Tener en Cuenta para adelantar su Trabajo apoyado por un sinnúmero de Ciudadanos.
Para iniciar los trabajos de restauración, la Sociedad de Mejoras Públicas obtuvo el permiso de las autoridades locales para utilizar a los presos cercanos a su condena en la cárcel de San Diego, quienes están vigilados por Carlos Crismatt Esquivia, que trabaja como obreros, con su salario correspondiente.
Era tanta pasión por su trabajo, que armó en su casa en el barrio Torices, un pequeño estudio con una mesa amplia y una máquina de escribir, en donde podía desplegar los planos y observar con una gigante, así como hacer sus informes pormenorizados a la Junta Directiva de la Sociedad de Mejoras Públicas.
De acuerdo con una noticia registrada en el Diario El Fígaro en su edición del 4 de junio de 1939, la obra más ilustre de la Sociedad de Mejoras Públicas de ese entonces, fue sin lugar a dudas, la recuperación del Castillo de San Felipe, monumento de valor inapreciable histórico y arquitectónico que era desconocido del noventa por ciento de los colombianos antes de ser salvado de la ruina, ya que los escombros fueron usados como material de relleno y el barro sacado para alfarería.
En un folleto editado por la Sociedad hacia los años setentas, citado por el Dr. Arturo Matson Figueroa, miembro de la Academia de Historia de Cartagena en la monografía titulada "La historia desconocida del castillo de San Felipe de Barajas", publicado en el Boletín Historial Nº 73 de mayo de 1978, se dice: "Aquellos visionarios cartageneros que se unieron para constituir la Sociedad de Mejoras Públicas, recordando con horror como, algunos años antes, los cartageneros cacados han sacado del cubículo una fórmula magistral para salir de los estorbos del pasado: demoler el castillo de San Felipe y con sus escombros rellenar el lago del Cabrero. De hecho, hay sectores importantes de la muralla que han caído víctimas de un mal entendido progreso.
Además del Castillo San Felipe, Carlos Crismatt Esquivia lideró -siendo un restaurador empírico- otras importantes recuperaciones de obras como El Pastelillo, Las Bóvedas, La Popa y los demás bastiones de la ciudad.
Vale destacar que, en el año 1979 - 13 años después de terminar la obra de restauración de Crismattla SMPC tuvo que enfrentar algunos otros problemas estructurales en el Castillo y después de haber sido trabajos de ingeniería de suelos, fue efectuado un ingenioso proyecto de consolidación y acondicionamiento, consistente en la construcción de un cascarón de concreto reforzado cuyo exterior reproducir fielmente las formas de la batería desaparecida de San Lázaro con su interior completamente hueco, con una doble función: consolidar y retener los deslizamientos de la arcilla de la falda del cerro en el sector al servicio de la cobertura del Centro de Audiovisuales, CAVI, donde funciona un teatro, un salón de conferencias y la sede administrativa de la entidad.
Su último acto fue el 4 de julio de 1968, cuando se hizo entrega del Diploma de Honor, en reconocimiento a su trabajo por la restauración del castillo San Felipe de Barajas, de esa ciudad de Cartagena de Indias "de manos de Don Juan" Manuel Zapatero, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Amigos de los Castillos de España, de la que Carlos Crismatt Esquivia era miembro de honor.
Cuatro años después de haber presentado su renuncia a la Sociedad de Mejoras Públicas, Crismatt Esquivia descansó en paz. El Universal en su edición del 20 de octubre de 1970, lo calificó como "un ejemplo de un severo sentido del deber, un hombre con profundo sentimiento patriótico que fructificaba siempre en acciones de un civismo noble e incorruptible".
La última distinción a Crismatt se hizo a finales de los años ochenta cuando la Sociedad de Mejoras Públicas, entonces guardiana de los monumentos de la ciudad, construyó en la batería de San Lázaro del Castillo San Felipe de Barajas el Centro de Audiovisuales e Investigaciones - CAVI-, y allí se albergó el teatro "Carlos Crismatt Esquivia".
Nuestro personaje es también reconocido por haber sido pionero del civismo en nuestra ciudad, por su carácter detallista, por la dedicación, constancia, esfuerzo y valentía que demostró haber llevado a cabo un proceso de esa envergadura, por lo que el resto sigue siendo recordado.
Hoy la SMPC se enamoró de ella un año más, este es un cartagenero visionario, altruista, con un alto sentido patriótico y que respiraba amor por su ciudad y que apoyó por muchos años la gestión de esta institución que aún se esfuerza por hacer de Cartagena, un lugar mejor.
Elizabeth Campillo Jiménez, Directora Ejecutiva de la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena, que es un orgullo para la característica resaltar a los personajes que han dejado una huella en el desarrollo de la ciudad. "Buscamos que estas personas sean motores de inspiración para que los ciudadanos sigan pensando que todo es posible, que lo que necesitamos es un espíritu de convicción, amor por la ciudad, dedicación y esfuerzo para cambiar nuestra realidad. La SMPC impulsa con acciones de sensibilización a los cartageneros a seguir trabajando por la ciudad y abre sus puertas para que todo lo que se necesita para ayudar con ese propósito.
La exposición "Los 25+", en la cual Carlos Crismatt Esquivia es uno de los personajes ilustres, sin lugar a dudas se suma al listado de homenajes que a este cartagenero valeroso le han realizado a lo largo de los años. Esta exposición que según Ruby Rumié, artista que le dio vida a la obra, es un tributo a los personajes fallecidos por la pasión, la ética y el amor con que hicieron su trabajo en su vida, en distintas profesiones. "La idea buscaba encarar el sentido de orfandad, cortar el pesimismo, recuperar héroes contemporáneos, más allá de la Colonia y la Independencia", explicó.
Los 25+ en el Museo de Arte Moderno hasta el 3 de febrero de 2018.